domingo, 20 de junio de 2010

Robo a robo



Dice el acervo popular: `De la boca del ladrón, todos lo son´. Portada de MundoJuli ayer.





Ya bien adentrada la noche nos enteramos de la nueva obra importante del Juli, maestro de esgrima, está vez en Alicante, con los zalduendos, esos toritos de terciopelo negro, con los que uno se imagina más a una gitana flamenca cerca de sus pitorritos, como en las tiendas de souvenirs sevillanas, que a una persona que presume y vive de ser torero. Además, el mejor, según el criterio íntegro y cristalino de los entendidos en lides taurómacas. Las crónicas, o eso que se escribe ahora, venían atiborradas con la misma cantinela de siempre, reincidiendo en la injusticia del escaso número de residuos cárnicos con los que ha sido obsequiado por sus quehaceres taurinos, cualquiera que sean, entre los que el verbo torear no se incluye. El protagonista de la historia, el malo, como todas las tardes por donde pasa El Importante, es el presidente. En este caso, le ha tocado el papel del maligno Hannibal Lecter al señor Mudarra, que para colmo de males, de los suyos sobre todo, no satisfizo las peticiones del público, los toreros, ni mucho menos de los aficionados cabales, lo que es un hecho notable y casi insólito en estos tiempos en de mortadela y atún en lata.


Aquellos, que a causa de su garrulería y charlatanería, tienen el atrevimiento de meter a El Juli en el mismo saco que Antoñete, Camino, Rincón, El Cid o Curro, por citar algunos, no quieren ver, bien por omisión o por convicción, que éste de figura sólo tiene lo que el soldadito de plomo: cuento para niños. Para empezar, sólo para empezar, una figura tiene un poder de convocatoria, una capacidad cuasi nigromántica para persuadir a las masas, cual Flautista de Hamelin con las ratitas, de la que Julián no dispone. Hace una semana se devolvieron en Madrid miles de entradas, la gente hacía cola en las taquillas... para canjear sus billetes por unas perras gordas. Ayer, para empezar, le cambian el horario de trabajo, lo ponen a las ocho de la tarde, qué es cuándo empiezan a trabajar los acomodadores de las salas de cine y no las figuras, por motivos balompédicos. El partido del siglo, el Real Unión - Hércules, tuvo la culpa. Mano a mano, en sábado de feria, con otro esteticista rutilante, Manzanares, y sólo llenan tres cuartos de plaza. Habrá que atribuir la floja entrada al fútbol, la crisis, los ciclos de las mareas o el cambio climático antes que revelar y asumir la evidencia. Es un torero que interesa más a los medios, a los círculos del priorato taurino y a los que urden turbios enjambres de negocios en nombre del toro que a los propios aficionados. Eso sí que es ser mediático. Tampoco es cuestión baladí la ruina económica del festejo: diez millones de pérdidas para el empresario. Figuras que hacen perder dinero. Bendecidos seáis si acabáis con el cuadro de rockefellers taurinos que pudren con su avaricia la credibilidad de la tauromaquia.




El Juli, invitando al mayoral de Zalduendo a salir a hombros:
`` montate que yo convido´´. Foto de Andrés Verdeguer




De lo que pasó en el redondel, no cabe destacar nada, pues no había elemento con lo que medir la importancia de la labor. El repertorio del Juli fue el de siempre: mucho acompañar, mucho ligar, mucho templar y poco torear. Todo ello jaleado desde el tendido con vivas al Hércules y gritos de campeones, campeones. El mundo al revés. Lo próximo será ver en el Bernabeú a los Ultra Sur exigiendo el segundo puyazo. No sé cuántas orejas le dieron, tampoco es que me importe, pero le pidieron de más, que como decía el castizo: más vale que sobre, que no que falte. A la muerte del quinto se mostró nuevamente irritado con el usía, por negarle un trofeo. Otro robo. Sale a un par de robos por semana. Pobre Julián. Si queda algo de humanidad en el orbe taurino deberían los mozos navarros de cambiar el Pobre de mí, con el que concluyen las fiestas, por el Pobre Julianin, en honor al valiente torero, que se las verá en Pamplona con jandillas y victorianos, que no es cuestión baladí.



El otro que le acompañaba en el cartel, del que he leído, que ha cortado menos orejas, que es lo primero que se puede leer y bien grande, era Manzanares hijo. Tiene que ser el único torero del universo al que le ganan la partida en casa. Tal vez sean los malos recuerdos, pues fue en esta plaza dónde cobró el único tabaco que ha tenido desde que debutó con los del castoreño, allá por 2002. La búsqueda de la elegancia, la gracia y el empaque llevan a esta clase de toreros al sitio equivocado: la sastrería. Ayer, Manzanares II lucía un terno azul noche y oro, que vaya usted a saber lo que será. Podía probar, por una vez, a ver como sale el experiemento, por dejar las sastrerías y buscar la pureza en Comeuñas, Zahariche, La Ruiza o Las Tiesas, últimos reductos de aroma a bravura.

7 comentarios:

fabad dijo...

Pues anda que la alternativa de Alejandro. ¡Que verguenza!. Los Toros (por llamarle algo) gachos como en las becerradas.
Los de Canal Sur de verguenza ajena con sibilinos mensajes de Sancho Dávila que cuando era novillero me caía bien por sus circunstancias...
Iluso de mi, pensaba que siendo un señorito, había elegido el duro mundo del toreo...¡juventud divino tesoro!

Formación-Autoescuela Pedrera dijo...

Y Moncholi llamando antipáticos, a los que critican a los TONTOROS q sueltan en Madrid, y defendiendo que los toros salen picados ya de chiqueros...

Antonio Díaz dijo...

La he visto también, Paco, a mi que he sido muy de Esplá me duelen los ojos al verlo poner banderillas al violin a semejantes engendros. Menuda manera de irse del toro. Lo de Morante ya cansa, tanto Juanpedro, tanto juanpedro. Y del hijo, mejor ni hablar, pero tengo curiosidad por ver cuánto torea. No me jugaría los cuartos a que lo hace más que Encabo, Morenito de Aranda o Joselillo. Lo que me parece de una hipocresía brutal, que no le pega nada a Esplá padre, es que vaya diciendo por ahí, y se le llene la boca de orgullo, diciendo que a su hijo no lo ha ayudado nadie, que ha hecho una carrera como los demás novilleros y que tiene muchísimo mérito. ¡Venga ya!



Cabesssa, cuando hay toros en el satélite por Canal Sur y Telemadrid, pongo siempre a los Romero, más que nada, porque los dos representan lo mismo, y a estos ya me he acostumbrado, para que padecer doblemente la misma enfermedad...


Saludos

Unknown dijo...

Enhorabuena a los que no entendeis el valenciano... Dificil elección esta tarde. ¿Cuál de todos es peor? El gafas, el de las meriendas de San isidró, o el morantista fuenteymbrista?... Opté por el tercero...

Enrique Martín dijo...

Antonio:
Es que no os gusta na'. Yo lo de Julianín no lo pude ver, pero seguro que estuvo: "profesional, por encima del toro y derrochando técnica". ¿Me equivoco? Lo de los toros, tampoco nos vamos a pedir el oro y el moro. Son tan generosos estos figurones, que los que tú recomiendas se los ceden a los que son unos desgraciados y desheredados, antipáticos que no caen bien a la prensa del movimiento y que se tienen que conformar con toros que no son artistas. ¡hasta ahí, podíamos llegar!
De los de la tele creo que os excedéis y no sabéis reconocer su mérito. Explicadme quien de todos los que escriben es capaz de salir por la tele, empezar a alabar "eso" sin medida, de tal manera que a los señoritos les valgan sus explicaciones, que estos les sigan manteniendo en su círculo de amistades selectas, que sigan viviendo de todo esto y que cuando lleguen a casa no se les caiga la cara de vergüenza al tener que explicarles a sus hijos de qué trabaja papá. No me digáis que no da pena. A mí se me está empezando a romper el corazón. Y luego con los malos ratos que pasan a cuenta de los presidentes que no sacan el pañuelo blanco en cuanto que un alérgico lo sacude para aliviarse de sus picores.

Sois muy duros y no os ponéis en el sitio de comentaristas, figuras, taurinos y de demás y no queréis comprender lo complicado que es ser un sinvergüenza y un caradura.

Un saludo

Paco Montesinos dijo...

Robo a robo es lo que está sucediendo tarde tras tarde en los cosos taurinos, para llenar las arcas de los taurinos con la connivencia de los politicastros de turno y la mirada hacia otro sitio de los voceros del puchero. El nivel de aficionados esta bajando a los mínimos exigibles y no se ve el final de la pendiente.

eltrincherazo dijo...

Pobre chaval, después del robo de Madrid y aguantar en Madrid lo que tuvo que aguantar, viene la de Alicante. Pero bueno, ese chico es un figurón del toreo.¡ A cuantos quisiera haber visto con el torrealta de Sevilla! ¡ a cuantos !.

En fín, no hay ojos más ciegos que el que no quiere ver, por suerte, Madrid lo vio, y solicitó esa oreja robada, mientras el palco incumplía el reglamento.

JULI FIGURÓN DEL TOREO, y que el nivel de aficionados baja, cierto es, sobre todo por los antijulistas que entienden poco de toros y nos intentan dejar como por debajo suya al resto de aficionados