sábado, 28 de agosto de 2010

La tarde de las lamentaciones

Un zalduendo que no se merecía el lujo de morir en la plaza, al igual que todos sus hermanos. Maurice Berho




Plaza de Toros de Vista Alegre. Bilbao. Corridas Generales. Sexta del ciclo. Lleno. Toros de Zalduendo y dos sobreros de Torrealta -1º y 4º- para Morante de la Puebla, El Juli y Jose María Manzanares.



Carrusel de lamentos y lloros, esta tarde en Vista Alegre, como si estuvieramos en la Novena a San Expedito. Expiraciones y flagelos por los que se fueron al desolladero entre pitos y desprecio: que si tenían buenas hechuras; que si venían de buena reata; que si con tanto aficionado talibán en los corrales alguno le habrá echado el mal de ojo; que si la suerte, los vientos y los viajes; que si va a ser cuestión de llamar a Eduard Punset para que resuelva el dilema científico de porqué un toro rechazado en Málaga no embiste en Bilbao; y por qué tenemos tan mala suerte que siempre que hay figuras no salen las cosas como uno espera... Y venga, dale que te pego, a sonarse los mocos en los pañuelos blancos con los que iban armados para rebajar Bilbao de posición y poner a Matías entra la espada y la pared. Pero no, ilusos, el que va a ver una corrida de Fernando Domecq sabe a lo que va, a ver un toro en su versión más lastimosa, podrida y descastada. Así, que no caben lamentaciones, la próxima vez que vean encartelada una corrida de este señor, directamente no vayan, quedense en su casa y no sean partícipes de un fraude al espectador y de la tortura a un animal indefenso.




Morante pechó con un lote de Torrealtas, y continúa así con la racha de mala suerte en los sorteos que lo azota desde tiempos inmemoriales. ¿Casualidad? ¿Fatalidad? Ni lo uno, ni lo otro. La suerte te tiene que pillar trabajando, y la cuadrilla del ruiseñor de la Puebla, empezando por su apoderado, carece de método, eficacia y compostura. No le valen los toros, primeramente por la pulcritud de colegio de pago para pijos con los que los seleccionan. Es más fácil encontrar una aguja en un pajar que un toro en un lote de Morante. Después, por la quimera que supone enrolar en tu cuadrilla primero al amigo antes que al profesional. Capotazos, embrollo, toros por los suelos, un disparate. En su primero bis, un torrealta muy de andar por casa que se tapaba por ser jabonero, empezaron con la carioca preceptiva, acabando con el picador y picado en el centro del ruedo prácticamente. Luego le dieron de lo lindo y trasero. A un toro con la fuerza justa que cabeceaba y pegaba tornillazos. Las tauromaquia, boca abajo. Con la muleta se justificó por ambos pitones y poco más, santo Tomás. Las musas, que no todas son artistas ni putas, también las hay con el FP de Imagen y Sonido, le echaron un cable -nunca mejor dicho- al ciclón de la Puebla, subiendo misteriosamente en la retransmisión del Plus la señal ambiente en medio de una pequeña ovación. ¿Casualidad? ¿Picardía de la musa bigotuda? Curiosamente, cuando se protestan los toros o hay voces altisonantes con los diestros el audio de la plaza desaparece. En el cuarto, otro de Borja Prado, manso sin codicia, intentó hacer faena, pero pronto desistió ante el cabreo del público de toros, que es el único animal que tropieza siete mil veces con la misma piedra. Ir a ver a Morante con expectación es un error, cuando todos sabemos que le sale algo medio digerible cada equis tiempo, donde menos te lo esperas. Y nunca será en una ciudad con más de quinientos habitantes. Lo suyo son los pueblos, los fandangos y los puros.


El Juli, que repetía, recibió de capa con buenas intenciones al impresentable segundo. Ganandole un paso en cada lance, rematando casi en los medios. Destacable hoy día. Se le pica poco y mal, un par de refilonazos muy aplaudidos desde los tendidos, que han perdido el norte, a pesar de vivir en él. Con la muleta, ventajista, cobista, industrial, como siempre. Nada nuevo en el horizonte. Si acaso más vulgar, citando al toro a grito pelao, con zapatillazo y toques brusquísimos de la pañosa. Por el pitón izquierdo para más dolor de la tropa juliana, se lleva enganchones, por lo que decide por montar el circo. Molinetes, martinetes, circulares, desplantes y conexiones inalámbricas con el tendido. Mató de un bajonazo al julipié, que es el summum de la cobardía, y se llevó una gran ovación. Ver para creer. Con el quinto, en el que también le tocaron la música, señal de que no se estaba toreando, estuvo rematadamente mal, perfilero como de costumbre, pero sin el temple que es marca de la casa. Atropellado, descompuestos toro y torero, incapaz de sacar un muletazo por lo menos limpio. Hacemos un paréntesis para comentar que esta ha sido la tónica habitual de la tarde, el cabeceo y la descomposición de la embestida en cuanto el zalduendo ve que puede cornear las telas. Como si no tuvieran una buena percepción de las distancias. ¿Fundas? Ahí lo dejo. Mató al segundo julipié y se quedó sin cortar orejas, lo que determinará que esta madrugada haya un gabinete de crisis en Mundotoro analizando causas y porqués de la catástrofe.


Más vale caer en gracia que ser gracioso -reza el dicho-, y eso le pasa a Manzanares Chico. Menuda tardecita que nos ha dado. En el tercero, bobo de solemnidad, se dedicó a meter pico y barriga, a dar muchos pases a tontas y locas y a engatusar al personal, que parecía venido de Pamplona. O de Sevilla. Se pegó en las postrimerías de la faena tres o cuatro invertidos que eran un monumento a Salvador Távora y esas cosas delirantes que hace en el escenario con flamencas, caballos, novillos criados a biberón y guitarras españolas. Que cosa más ridícula por Dios, a la altura del Salto de la Rana, que por lo menos no engaña a nadie. Al sexto le instrumentó una faena mala de solemnidad, pero como era hecha por él, míster Alicante, tendremos que decir que fue empacada, pinturera y rebosante de torería. Si esta misma la hace Sánchez Vara, por poner un ejemplo, el aficionado bilbaíno hubiera llamado a los de la kale borroka para que hicieran la crónica.


2 comentarios:

Enrique Martín dijo...

Antonio:
¿Nadie se para a pensar que apareceb estas almas de Dios y nada es como debe ser? Ya es que uno se cansa de mala suerte; mala suerte la de lso que tienen que sufrir tarde tras tarde a estos sucedáneos de toros y toreros.
Un saludo

Gil de O. dijo...

Que sí maestro, que sí, que el Juli puede hacer las cosas bien...
Es por ello que se le puede exigir.

Lo de industrial me ha dejado "tocao"; el término no puede ser más acertado.

Lo que no sabía yo, es que conociera lo del GABINETE DE CRISIS de Mundotoro. Yo, por que me lo dijo Tomás Prieto de la Cal, que si no, ni me entero. No soy tan fino. Es gordo esto!

Gil de O.

P/D Un toro bravo puede volver rebosado en busca de algo que se dejó atrás de mejor o peor manera. Toreado o sin torear. En todo no vamos a estar de acuerdo.